Fotografía por A.E |
Me enamoró esta palabra desde la primera vez que la escuché. Tanto su sonido como su significado me parecen maravillosos y he decidido dedicarle una entrada especial a este concepto para poner en nuestras vidas, si es posible con los tiempos que corren, un poquito de "resiliencia",
La resiliencia es aquella capacidad de un individuo de enfrentarse a situaciones de estrés prolongado, traumáticas y adversas (la pérdida de un ser querido, la carencia afectiva, el abandono, el maltrato… ) y superarlas con éxito, saliendo intactos e incluso fortalecidos y logrando la excelencia personal o profesional.
Aunque es un concepto relativamente nuevo en la psicología positiva (aparece por primera vez en la literatura científica en el año 1972 de la mano de Kobasa y Maddi) ya son muchos los estudios que lo consideran como una característica común a todas aquellas personas que logran un correcto dominio y autocontrol de si mismos frente a las adversidades, que son capaces de utilizar sus obstáculos como herramientas de aprendizaje y transformar sus sufrimientos en verdaderos logros personales. A nuestro alrededor podemos observar a diario personas que habiéndose enfrentado a graves problemas y pérdidas personales han sabido recomponerse y salir ilesos emocionalmente, utilizando esa experiencia adquirida para salir de la oscuridad y sobreponerse a las dificultades de forma admirable, como si ese trauma o problema hubiese despertado en ellos cualidades y dones hasta entonces latentes.
Las personas resilientes son personas ordinarias, no significa que no sufran estrés ni sufrimiento o tengan menos problemas, lo hacen como cualquier otra, pero su capacidad de aprendizaje y sobre todo, y lo que más me gusta a mí, su creatividad es manifiesta incluso en circunstancias adversas. Las personas resilientes han atravesado un camino de obstáculos y han aprendido a utilizarlos para engrandecerse a si mismos, creando y creciendo.
La resiliencia puede ser innata, pero no deja de ser una capacidad dinámica que debe ser aprendida y fomentada desde la infancia. De este modo nos encontraremos con personas más resilientes y otras menos resilientes. Tener buena disposición a la resiliencia es una combinación de múltiples factores personales, pero los expertos destacan como más importantes las siguientes cualidades:
- El nivel intelectual y la formación académica influyen de forma positiva en la capacidad de resiliencia, ya que aportan herramientas para enfrentarse a los problemas con perspectiva y confianza en las propias aptitudes.
- Confianza en su propio criterio y en sus propias ideas y capacidades.
- Curiosas, buscando de un propósito superior en la vida.
- Autocontrol de sus emociones y gran capacidad para identificarlas y transmitirlas.
- Responsables, competitivas y disciplinadas.
- Capacidad de superación y de proponerse nuevas metas.
- Mente abierta y capacidad para soñar e imaginar.
- Comunicativas y emocionales.
- Con entereza para enfrentarse a sus miedos.
- Y sobre todo, CREATIVAS.
Todos podemos entrenarnos en la resiliencia cada vez que la vida lo disponga, por ejemplo al atravesar un duelo, para encarar los problemas como una oportunidad de crecer sin sumergirse en la angustia ni el victimismo, sino con una visión positiva creyendo en nosotros mismos y sabiendo que sólo las grandes personas salen de pozos profundos para dar ejemplos de superación. Un obstáculo es una oportunidad para engrandecer el espíritu y convertirse en una persona mejor. ¡Den rienda suelta a su imaginación! Escriban, pinten, escuchen, sueñen… es el mejor consejo que puedo darles para empezar a entrenar su propia resiliencia.
A mi siempre me gustó pensar que los vacíos personales que dejan las pérdidas son huecos esperando ser llenados de cosas buenas, de aprendizajes y experiencias positivas que la vida te va otorgando, que el dolor nos aporta sensibilidad y una visión más humana del mundo… Hay que permitirse sentir el dolor y la tristeza con plena consciencia de ello, sólo así llegará la satisfacción personal de la superación. Está en nuestras manos, y sólo ahí, utilizar estos resortes para transformar nuestra realidad en algo más bello.
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